Determinadas fechas del calendario presentan fuertes picos de demanda en la importación de flores y plantas vivas para su distribución en comercios especializados. En España, ciertas festividades, como San Valentín, Sant Jordi o el día de Todos los Santos, están íntimamente ligadas a las flores, un sector estratégico en la economía. Las flores y plantas vivas requieren una logística muy rigurosa, puesto que hablamos de un producto con elevada demanda en fechas puntuales y que requiere unas condiciones especiales de conservación y transporte.
Los últimos datos aportados por la Aduana española muestran que la importación de flores y plantas vivas está experimentando un buen momento, con un crecimiento del 1% en el primer trimestre de 2018, lo que supone 61,3 millones de euros más que el mismo periodo del año anterior.
El éxito de la importación de flores y plantas vivas depende en gran medida del correcto cálculo de los tiempos de transporte y del control de la temperatura. El transporte aéreo es el más utilizado para un producto como éste, delicado y perecedero, que no soporta bien la ruptura de la cadena de frío
Dentro del sector, las plantas vivas ocupan el primer puesto, con 35,3 millones de euros, seguidas por la flor cortada con 19,7 millones de euros y ya, a cierta distancia, los bulbos (3,5 millones de euros) y el follaje (2,6 millones de euros). Cabe destacar que esta última partida ha experimentado un crecimiento del 12% en el periodo analizado.
Países Bajos es, con diferencia, el principal país proveedor dentro de la Unión Europea, seguido de lejos por Italia, Alemania, Portugal y Francia. La importación de flores y plantas vivas supuso 216,3 millones de euros en el primer trimestre de 2018, un incremento del 3% respecto al mismo periodo del año anterior. Por su parte, Kenia, Colombia y Ecuador son los principales proveedores de flores procedentes de fuera de la Unión Europea.
Proceso de importación de flores y plantas vivas
Gracias a la tecnología, la importación de flores y plantas vivas es hoy mucho más sencillo. Sin embargo, la logística que se esconde detrás de este proceso requiere una planificación extremadamente cuidadosa. Los cálculos comienzan desde el momento de la plantación. Al tratarse de un producto perecedero y muy sensible a los cambios de temperatura, el transporte aéreo es la opción más habitual, ya que reduce considerablemente los tiempos de entrega.
El proceso comienza con más de seis meses de antelación, cuando se realizan los pedidos a los proveedores aunque, sin duda, el momento crucial se produce cuando se cortan las flores, ya que mantener la cadena de frío es esencial hasta que finaliza su distribución.
La mitad de las flores cultivadas en todo el mundo es consumida en la Unión Europea, especialmente en los mercados más maduros, como Alemania, Holanda, Francia, Bélgica y Escandinavia.