El transporte marítimo se ha convertido en el núcleo del comercio internacional. Los buques de carga son responsables del traslado de mercancías por un valor en torno a 4.000 millones de euros anuales. Esta cifra pone de relieve la importancia de prevenir los riesgos asociados al transporte marítimo, tales como el deterioro o la pérdida de la mercancía.
El deterioro de las mercancías transportadas puede producirse por múltiples y variados motivos, tanto durante la carga y traslado por mar como antes y después de embarcar.
Antes de realizar el transporte marítimo internacional, la mercancía pasa por varios estadios. En primer lugar, es embalada y almacenada en fábrica. Posteriormente, es trasladada en contenedores o palés a un muelle, donde debe esperar por la llegada del barco. Tras la manipulación correspondiente, la mercancía se embarca y comienza su viaje a destino. Una vez allí, para ser entregada al importador es sometida de nuevo a manipulaciones y traslados.
Principales riesgos del transporte marítimo internacional
Tradicionalmente, los riesgos comunes en el transporte marítimo eran los desastres naturales, los fallos mecánicos y los errores humanos. En la actualidad, el enorme crecimiento del comercio internacional y las nuevas tecnologías han propiciado la aparición de nuevos riesgos en este sector.
- Los errores humanos representan entre el 75% y el 90% de los accidentes marítimos, si bien la tecnología puede ayudar a minimizar este tipo de riesgos.
- En algunas rutas marítimas existe una amenaza más compleja de combatir, la piratería. No obstante, la labor de la fuerzas navales internacionales ha reducido notablemente este riesgo, especialmente en el Océano Índico.
- Las nuevas tecnologías han contribuido al desarrollo de todos los sectores. Como contrapartida, el riesgo de un ciberataque se ha convertido en una de las principales amenazas para el transporte marítimo internacional.
- La incorrecta manipulación y embalaje de la mercancía en contenedores es otro de los riesgos durante el transporte marítimo. El uso de contenedores para el transporte de mercancías supuso una auténtica revolución durante los años 60, llegándose a considerar como la solución definitiva para evitar el daño de la carga. Sin embargo, anualmente se producen no pocos incidentes en los contenedores marítimos.
Los principales siniestros relacionados con la carga transportada en contenedores marítimos son daños físicos, daños por cambios en la temperatura, pérdida y robo de contenedores, por este orden.
Daños habituales en la mercancía
Los daños físicos suelen estar ocasionados por una estiba incorrecta. Las estadísticas apuntan a que, por lo general, estos fallos tienen su origen en las prisas y la falta de tiempo. Para prevenir estos incidentes, es vital contar con profesionales experimentados y una metodología adecuada.
La contaminación de la mercancía es otro de los riesgos. Los agentes contaminantes durante el transporte pueden ser de naturaleza diversa, por ejemplo:
- Residuos de embalajes rotos en otros cargamentos.
- Nubes de polvo de graneles que se carguen en las proximidades
- Mojaduras de agua por lluvias o golpes de mar
- Derrames de otros cargamentos líquidos
- Condensaciones por cambios bruscos de temperatura en áreas de almacenaje mal ventiladas
Por tanto, es imprescindible que las mercancías, especialmente cuando se trata de alimentos o productos farmacéuticos, se conserven inalterables y libres de contaminación.
El transporte marítimo internacional en contenedores es un sistema seguro y con grandes ventajas para todo tipo de mercancías:
- Gran capacidad de carga
- Rapidez en las operaciones de carga y descarga
- Apto para largos trayectos en diferentes medios de transporte sin romper la unidad de carga
- Posibilidad de almacenamiento vertical sin riesgo de aplastamiento para la mercancía
- Protección de la carga frente a agentes externos
El único requisito es la profesionalidad y el rigor a la hora de realizar el embalaje y la carga. Solo así se evitan daños físicos y por contaminación.