El gigante asiático modera su objetivo de crecimiento económico para 2017 y lo sitúa en torno al 6,5% para garantizar la estabilidad en un momento en que la situación internacional no le resulta favorable. Esta ralentización puede suponer un importante acicate para los importadores españoles, que podrán negociar mejores condiciones en sus operaciones.
Éstas son las previsiones del primer ministro chino, Li Kequiang, que opta por un crecimiento más lento de la economía de su país para hacer frente al incierto panorama político internacional. La meta de alcanzar un crecimiento en torno al 6,5% prevista por el gobierno chino se ajusta a la tendencia de la gráfica de su rendimiento. El año 2016 fue el menos próspero desde 1990.
La moderación del crecimiento económico chino es un aliciente para los importadores españoles, que ahora pueden negociar mejores condiciones en sus operaciones
La tendencia a la baja o, al menos, a la sostenibilidad de la economía china implica que los importadores españoles se encuentran actualmente en una situación ventajosa a la hora de negociar las condiciones de compra de mercancías. Las empresas muy fuertes pueden endurecer los requisitos de las transacciones, mientras que la moderación compensa a ambas partes: las empresas chinas pueden mantener su ritmo de ventas mientras que los importadores consiguen mejores condiciones.
En estos momentos China se ha marcado como prioridad asegurar la estabilidad y afrontar una serie de desafíos, como el desgaste de su motor tradicional de crecimiento, los excesos de capacidad y los riesgos financieros y económicos.
La llegada al poder de Donald Trump y su intención de poner en práctica políticas proteccionistas es también uno de los frentes abiertos de la economía china. Las declaraciones del presidente norteamericano han aumentado la incertidumbre ante la posibilidad de que el Trump imponga elevados aranceles a los productos chinos.
El país asiático vería reducidas sus exportaciones al continente americano, con lo que tendría que dar salida a su producción buscando otros aliados económicos en países menos hostiles, como los de la Unión Europea. Con la salida del Reino Unido en marcha, en Europa las cosas tampoco fluyen como sería deseable para los chinos, pero pueden encontrar en los importadores españoles un gran apoyo, siempre y cuando están dispuestos a negociar condiciones interesantes para nuestro mercado.
Pekín necesita generar empleo, reducir las desigualdades sociales y mejorar la calidad de vida de los chinos. Una de sus fortalezas es su gran volumen de operaciones comerciales internacionales, para lo cual China se se ha fijado como objetivos mantener una política monetaria prudente y conseguir un crecimiento saludable.
En Bull Importer llevamos desde 1991 importando y fabricando en China y otros países asiáticos, por lo que estamos al tanto del funcionamiento de su industria y su comercio, así como de sus fluctuaciones económicas.
Contar con nuestro profundo conocimiento del mercado chino es su mejor garantía a la hora de importar sus mercancías con las condiciones más ventajosas y con total seguridad y eficacia.