El certificado de conformidad es un documento relevante al importar de China, ya que está relacionado con el control de calidad. Conocido como CoC, es una declaración que garantiza que los bienes importados en la Unión Europea están homologados.
Una vez que se verifica que el producto que se desea importar cumple con los requisitos exigidos por la normativa o por los certificados requeridos en la UE, se expide el certificado de conformidad (CoC).
Los documentos como el certificado de conformidad o CoC permiten al importador y a las autoridades justificar que un producto importado cumple los requisitos legales, de seguridad y de calidad necesarios para poder ser comercializados en la UE.
¿Qué ventajas tiene el CoC para el importador?
Cuando el importador solicita el certificado de conformidad al proveedor se está asegurando de que la mercancía ha sido probada y que cumple con todas las normativas exigidas en el país de destino. No contar con este documento puede implicar grandes pérdidas económicas si el producto es rechazado en aduanas.
Ciertos productos de origen vegetal, como plantas, semillas, madera o frutas, necesitan disponer de un certificado fitosanitario. Este documento, autorizado por la Organización Nacional de Protección Fitosanitaria (ONPF) y que en España es el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, es necesario para garantizar la ausencia de plagas.
En otros casos, como en la importación de determinadas sustancias se requiere un certificado NO FARMIN para asegurar que dicha mercancía no se destinará a usos farmacéuticos. El listado se encuentra recogido en las disposiciones del BOE Ley 14/1986, de 25 de abril, donde se detalla la información relativa a la importación de productos regulados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Otro de los certificados necesarios en determinadas importaciones de China es el SOIVRE, que vela por la protección ambiental y el tráfico de especies protegidas.
En definitiva, todos estos y otros documentos, como el certificado de conformidad, son documentos que permiten al importador y a las autoridades conocer si un producto cumple los requisitos legales, de seguridad y de calidad necesarios para poder ser comercializados en la UE.
El incumplimiento de alguna norma puede implicar la retención y devolución de la mercancía e, incluso, cuantiosas multas para el importador. Dada la complejidad de controlar toda la documentación necesaria para importar con garantías, resulta muy conveniente delegar en una empresa como Bull Importer que gestiona de forma integral todo el proceso.
¿Cuándo conviene solicitar un certificado de conformidad al proveedor?
Los importadores suelen solicitar un CoC a su proveedor cuando dese importar productos con componentes de alto riesgo o con especificaciones muy exigentes. Dependiendo del tipo de mercancía, los CoC pueden solicitarse por lotes o por cada componente del producto. En ocasiones, el país de destino puede requerirlo para cumplir su normativa de comercio internacional.
El certificado de conformidad debe incluir la siguiente información:
- Identificación del producto o descripción detallada del producto
- Listado de todas las normas de seguridad que el producto debe de cumplir
- Identificación del importador o fabricante, con nombre, dirección y teléfono de contacto
- Datos de las personas que van a mantener el registro de las certificaciones
- Lugar y fecha exacta de fabricación del producto
- Fecha exacta de expedición del lote completo.
- Lugar y fecha donde se realizaron las pruebas para garantizar la calidad del producto.
- Nombre, ubicación y datos identificativos del laboratorio que realizó las pruebas
Las aduanas también pueden solicitar el CoC
Algunos países solicitan el certificado de conformidad para ciertas categorías de productos importados, en función de su nivel de riesgo para la salud y seguridad de las personas.
Por tanto, conviene conocer de antemano si la aduana de destino va a requerir el CoC. Si en el despacho de aduanas no se puede aportar el documento la mercancía puede ser incautada, confiscada o destruida, con las graves consecuencias económicas para el importador.
Cada una de estas situaciones tiene un nivel distinto de gravedad que puede calificarse como delito, falta o infracción administrativa, que puede implicar una sanción, que puede llegar a la apropiación por el Estado de la totalidad del patrimonio del importador.
Así pues, la mejor forma de evitar estos problemas es disponer de toda la documentación necesaria y contar con un proveedor verificado. Si quiere olvidarse del papeleo y de los problemas, solicite información sobre nuestros servicios de asesoramiento y gestión integral.